La Raigambre (2023—2025) ha sido un colaboratorio de experimentación enredado en las pedagogías de los cuidados para reconocerse cultura desde un sentir anterior a lo humano; compartido con el suelu, la coruxa, los cuerpos de agua o el castañu.

Las dinámicas de índole sintrópica se multiplicaron dentro del bosque y a través de la bioconstrucción de estructuras junto a Mercedes Peña; antropóloga, arquitecta, poeta y amiga. Análogamente, desde el recorrido de Judit en el Diploma de Diseño Aplicado de Permacultura en la Academia de Permacultura Íbera se informó este proceso vivo.

Este espacio de experimentación en en tierra de astures, noroeste de la Península Ibérica, se nutrió de observaciones sintientes del paisaje interior-exterior y de las enseñanzas de muchas —-Natasha Myers, Joanna Macy, Looby Macnamara, Maria Puig de la Bellacasa, David Abram, Masanobu Fukuoka, Anaïs Estrems—- para entretejerse con las permaculturas del ser, las ecologías de la atención, las éticas de los cuidados, la tradición vitalista herbal, la praxis feminista decolonial, la antropología de los sentidos y la etnografía más-que-humana, entre algunas de sus raíces.