Madremonte
La Madremonte is the guardian of the mountains and jungles, and a wizard of the climate and vegetation. This sound piece aims to facilitate a sonic encounter with the biosphere of an endangered Darien and remind the public that an economic and social system that discards our earthly connection not only threatens the Earth but also our understanding of the most basic human rights.
Madremonte
El Darién, también conocido como Tapón del Darién, es un cinturón remoto de exuberante selva tropical que alberga el diez por ciento de la biodiversidad del planeta, extiendiéndose desde el istmo más oriental de Panamá hasta el noroeste de Colombia.
Este territorio abarca un paisaje multiétnico que reúne a las provincias indígenas de Guna Yala, Madugandí, Wargandí y Emberá-Wounaan, así como a las “negritudes” y “mestizos” del Chocó. El Darién estuvo sujeto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias Marxistas de Colombia (FARC), que cometieron asesinatos, secuestros y violaciones de los derechos humanos durante su insurgencia contra el gobierno colombiano. La región ha visto en los últimos años una afluencia humana desde Cuba, África y Asia, cuya desesperación envía vidas en busca de refugio a través de una peligrosa y desconocida travesía a los Estados Unidos en anhelo del sueño americano.
La Madremonte es la guardiana de las montañas y las selvas, y una maga del clima y la vegetación. Madremonte (2019) aspira a facilitar un encuentro sonoro con la biosfera de un Darién en peligro de extinción y, asimismo, recordarle al público que un sistema político-económico que descarta nuestra conexión terrenal no sólo amenaza la Tierra sino también nuestra comprensión de los derechos vitales.
Grabaciones de campo registradas en la comarca indígena Guna Yala como parte del programa de investigación de la La Wayaka Current, y a lo largo de nuestro cruce del Tapón del Darién, desde La Miel; Panamá, hasta la Reserva Natural Sasardí; Colombia [abril - mayo, 2019]
Agradecimientos desde lo más profundo de mi ser a: Darién, Claudio, Alén, Luisa, Carlos, El Paisa, y a todas aquellas formas de vida que nos acompañaron